No se ni como empezar esta entrada, sin parecer ñoña, pero es que la verdad es que estoy taaaaaaaaaaaaaaaaaannnnnnnnnnnn ñoña, que tampoco me importa que se note mucho.
Como habréis adivinado mis queridos ciberlectores imaginarios, mi peque ya está aquí, aportando más felicidad de la que crei posible. Con sus dos kilitos y medio de felicidad, pelón y con unos ojos azules que quieren comerse el mundo, ya se ha hecho con el mío.
Cuando te dicen que no puedes entender lo que siente una madre, piensas, tampoco será para tanto, pero no, tienen toda la razón del mundo.
Miguita de pan como le llama su tía Celia, nació tal y como le prometió a su tía Marta, un Martes de Marta, cumpliendo el deseo de su madre de no hacerlo el día de San Valentín, y haciendolo el día del cumpleaños de su tío y tocayo Miguel Angel...
Puedo tirarme horas intentando explicar que siento cuando le miro, o cuando le veo con su padre (gracias cariño por darme algo tan especial), pero es como si tuviese una explosión inmensa en el pecho que me hace pensar que no se puede ser más feliz!!!
Bueno ahora os dejo que mis nuevos deberes me reclaman, solo quería compartir con vosotros la noticia de la llegada de mi pequeño y haceros participes de mi felicidad.
Un beso enorme a todos.